Ay! Avanza la Desertificación

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El 70% de las tierras secas de todo el mundo, están degradadas, lo que equivale a 3,600 millones de hectáreas (con excepción de los desiertos hiperáridos).Las sequías son el desastre natural más costoso del mundo. En el caso de Estados Unidos representa un gasto aproximado de 6,000 a 8,000 millones de dólares al año, considerando que este fenómeno afecta a más personas que ninguna otra forma de desastre natural.

ORIGEN DE LA CONMEMORACIÓN

En 1995, la Asamblea General de la organización de las Naciones Unidas, proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (resolución 49/115 ) en conmemoración de la aprobación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación el 17 de junio de 1994. Se invitó a todos los estados miembros de las Naciones Unidas a que dedicaran el Día Mundial a sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de cooperar en el plano internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía, así como también la puesta en acción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) en aquellos países afectados ya sea por graves sequías, por desertificación, o por ambas, en particular en África.
Hasta mayo de 2012, 195 países han aprobado, aceptado, ratificado o se habían adherido como miembros de dicha Convención, entre ellos México, mismo que la ratificó en 1995 (CNULD, 2012). La CNULD es un instrumento único enfocado tanto a la atención de la degradación de la tierra, como a los problemas sociales y económicos que este proceso genera. Tiene cuatro objetivos estratégicos: 1) mejorar las condiciones de vida de las poblaciones afectadas; 2) mejorar las condiciones de los ecosistemas afectados; 3) generar beneficios globales a través de la implementación eficaz de la propia Convención, y 4) movilizar los recursos para respaldar la implementación eficaz de la Convención a través de la creación de alianzas eficaces entre los actores nacionales e internacionales.
Los temas del día mundial del 2013 para la lucha contra la desertificación, son la escasez de agua y la sequía. En tal sentido, de toda el agua en la tierra, sólo el 2.5% es de tipo dulce, y de ésta, la oferta total utilizable para los ecosistemas y los seres humanos es inferior al 1%. Por lo tanto, cuando la demanda supera la oferta disponible, da lugar a la escasez del recurso. Las tierras secas son particularmente vulnerables a la escasez de agua. Por lo anterior, la intensificación de escasez de agua dulce causará mayor estrés en las tierras secas.
El objetivo del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, 2013, es crear conciencia sobre los riesgos de la sequía y la escasez de agua en las tierras secas, llamando la atención sobre la importancia de mantener suelos saludables como parte del mensaje de la Agenda de Río + 20, así como la Agenda de Desarrollo Post-2015.*
En el lema de este año: “No permitas que nuestro futuro se seque”, se hace un llamado a todos los estados miembros de las Naciones Unidas a tomar medidas para promover la preparación y resistencia ante la escasez del agua, la desertificación y la sequía. El lema representa el mensaje de que somos todos responsables del agua y el uso sostenible de la tierra, y que existen soluciones a estos serios retos de los recursos naturales. La degradación de la tierra no tiene por qué amenazar nuestro futuro.

CONCEPTO DE DESERTIFICACIÓN

En contra de la creencia habitual, la desertificación no es la pérdida de tierras por su transformación en desierto o por los movimientos de las dunas de arena. La desertificación hace referencia a la degradación de la tierra en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas a causa de varios factores, como la pérdida de la cubierta vegetal, erosión del suelo y la falta de agua, incluyendo variaciones climáticas y actividades humanas.

PROCESOS DE LA DESERTIFICACIÓN

Existen siete procesos que son responsables de la desertificación: degradación de la cubierta vegetal, erosión hídrica, erosión eólica, salinización, reducción de la materia orgánica del suelo, encostramiento y compactación del suelo y la acumulación de sustancias tóxicas para las plantas o los animales. De éstos, los cuatro primeros son considerados procesos primarios de desertificación y los tres últimos, secundarios. Los procesos primarios son llamados así porque sus efectos son amplios y tienen un impacto muy significativo sobre la producción de la tierra.
Cabe señalar, que el proceso de desertificación se evalúa en base a tres criterios: estado actual, velocidad y riesgo, y para cada uno de estos criterios se consideran cuatro clases de desertificación: ligera, moderada, severa y muy severa.
No existe un proceso lineal de causa-efecto que permita explicar completamente la desertificación; sin embargo, se han detectado complejas interacciones que funcionan como motores del proceso. Estos motores son las variaciones climáticas (como la baja humedad del suelo, los patrones de precipitación cambiantes y la elevada evaporación) y las actividades humanas (como la sobreexplotación del suelo por la actividad agrícola, el sobrepastoreo, la deforestación, el uso de sistemas de irrigación inadecuados, las tendencias del mercado e incluso, las dinámicas sociopolíticas; UNCCD y Zoï, 2011). En este último punto, la pobreza puede funcionar como causa y consecuencia de la desertificación.
El objetivo del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, 2013, es crear conciencia sobre los riesgos de la sequía y la escasez de agua en las tierras secas, llamando la atención sobre la importancia de mantener suelos saludables como parte del mensaje de la Agenda de Río + 20, así como la Agenda de Desarrollo Post-2015.*
En el lema de este año: “No permitas que nuestro futuro se seque”, se hace un llamado a todos los estados miembros de las Naciones Unidas a tomar medidas para promover la preparación y resistencia ante la escasez del agua, la desertificación y la sequía. El lema representa el mensaje de que somos todos responsables del agua y el uso sostenible de la tierra, y que existen soluciones a estos serios retos de los recursos naturales. La degradación de la tierra no tiene por qué amenazar nuestro futuro.

CONCEPTO DE DESERTIFICACIÓN

En contra de la creencia habitual, la desertificación no es la pérdida de tierras por su transformación en desierto o por los movimientos de las dunas de arena. La desertificación hace referencia a la degradación de la tierra en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas a causa de varios factores, como la pérdida de la cubierta vegetal, erosión del suelo y la falta de agua, incluyendo variaciones climáticas y actividades humanas.

PROCESOS DE LA DESERTIFICACIÓN

Existen siete procesos que son responsables de la desertificación: degradación de la cubierta vegetal, erosión hídrica, erosión eólica, salinización, reducción de la materia orgánica del suelo, encostramiento y compactación del suelo y la acumulación de sustancias tóxicas para las plantas o los animales. De éstos, los cuatro primeros son considerados procesos primarios de desertificación y los tres últimos, secundarios. Los procesos primarios son llamados así porque sus efectos son amplios y tienen un impacto muy significativo sobre la producción de la tierra.
Cabe señalar, que el proceso de desertificación se evalúa en base a tres criterios: estado actual, velocidad y riesgo, y para cada uno de estos criterios se consideran cuatro clases de desertificación: ligera, moderada, severa y muy severa.
No existe un proceso lineal de causa-efecto que permita explicar completamente la desertificación; sin embargo, se han detectado complejas interacciones que funcionan como motores del proceso. Estos motores son las variaciones climáticas (como la baja humedad del suelo, los patrones de precipitación cambiantes y la elevada evaporación) y las actividades humanas (como la sobreexplotación del suelo por la actividad agrícola, el sobrepastoreo, la deforestación, el uso de sistemas de irrigación inadecuados, las tendencias del mercado e incluso, las dinámicas sociopolíticas; UNCCD y Zoï, 2011). En este último punto, la pobreza puede funcionar como causa y consecuencia de la desertificación.

Para abril de 2013, 168 países se encuentran afectados por la desertificación. Cada año, 75 billones de toneladas de suelo fértil se pierden por la degradación de la tierra. Asimismo, 12 millones de hectáreas de tierra desaparecen cada año por la desertificación y la sequía. Se trata de un área que podría producir 20 millones de toneladas de granos.
DISTRIBUCIÓN DE LAS TIERRAS SECAS EN EL MUNDO 3
Según la Convención de las Naciones Unidas para combatir la desertificación (UNCCD) 2011, el 12.1% de la superficie terrestre del planeta corresponde a zonas áridas; 17.7% a zonas semiáridas y 9.9% a subhúmedas secas. En ellas viven poco más de 2,000 millones de personas (aproximadamente 1 de cada 3 habitantes del planeta), la mayoría en países en vías de desarrollo. Además, las zonas secas albergan alrededor del 50% del ganado y el 44% de las tierras agrícolas del mundo, y son extensiones territoriales muy grandes que representan hábitats muy valiosos para la vida silvestre. Las mayores extensiones de tierras secas se encuentran en Australia, China, Rusia, Estados Unidos y Kazajstán

La población total de las tierras secas del mundo es de alrededor de 2,000 millones de habitantes, excluyendo las áreas hiperáridas (desiertos), hoy en día las tierras secas son el hogar de casi una de cada tres personas del mundo. La mayor parte de éstas se encuentra en países en vías de desarrollo, viviendo por debajo del umbral de pobreza y sin los accesos adecuados al agua corriente, el mayor porcentaje de la población mundial se encuentra en la región subhúmeda seca con 15.3% en donde el ecosistema dominante es el pastizal y el porcentaje mínimo de población mundial representa el 4.1% y vive en la región árida y el semidesierto es el ecosistema dominante (Tabla 1).
Tabla 1. Distribución de la población mundial en tierras secas

Tipo de tierra Ecosistema dominante Población total Porcentaje de la
población mundial (%)
Total 2,008´085,000 33.8
Árido Semidesierto 242´780,000 4.1
Semiárido Pradera 855´333,000 14.4
Subhúmedo seco Pastizal 909´972,000 15.3

EXTENSIÓN DE LA DESERTIFICACIÓN
La Convención de Las Naciones Unidas de Lucha Contra La Desertificación (UNCCD) calcula que entre el 71% y 75% de las zonas secas del mundo están desertificadas

FENÓMENO DE SEQUÍA

Cuando la temperatura aumenta y permanece alta durante varios meses y las lluvias son raras e irregulares, la vegetación crece con dificultad. Se trata de la sequía, término que designa al fenómeno natural que se produce cuando las lluvias han sido significativamente menores a los niveles normales registrados, y que produce graves desequilibrios hidrológicos que perjudican a los sistemas de producción agrícolas.
La Organización de las Naciones Unidas, en su documento de la Convención de Lucha Contra la Desertificación (ONU, 1994) define la sequía como: “fenómeno que se produce naturalmente cuando las lluvias han sido considerablemente inferiores a los niveles normales registrados, causando un agudo desequilibrio hídrico que perjudica los sistemas de producción de recursos de tierras”.

VULNERABILIDAD MUNDIAL ANTE LA SEQUÍA

El fenómeno recurrente de la sequía en las regiones vulnerables de África ha llamado la atención a escala mundial debido a la hambruna que han generado y a las perturbaciones sociales y económicas provocadas a gran escala. La sequía en el Sahel redujo la producción de cereales en un 26% en 2012 con respecto a las cifras registradas en 2011.
Sin embargo, la sequía también afecta a otras regiones, solo en el último año, las sequías han afectado sitios tan diversos como Australia, Brasil, Djibouti, el sureste de Europa, México, Rusia, China, India, Somalia, España y Estados Unidos.
Se ha estimado que las sequías son el desastre natural más costoso del mundo, que sólo para Estados Unidos representa un gasto situado entre 6,000 y 8,000 millones de dólares al año y que afecta a más personas que ninguna otra forma de desastre natural. Desde 1900, más de 11 millones de personas han muerto como consecuencia de las sequías y 2,000 millones de personas han resultado afectadas. Las mujeres, los niños y las personas de edad suelen ser quienes pagan el precio más alto.

En las zonas secas, la cantidad de lluvia que cae es menor que la que potencialmente se evapora hacia la atmósfera. A partir de la razón entre la precipitación y la evapotranspiración potencial, puede clasificarse una zona como susceptible de desertificarse si el cociente se encuentra entre 0.05 y 0.65. Dentro de este intervalo están las regiones áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Alrededor de una tercera parte del planeta está dentro de estas categorías.

Las estimaciones sobre la magnitud de la desertificación son muy diferentes. El documento Con los pies en la tierra, publicado por el Secretariado de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación (UNCCD), sugiere cifras que duplican o cuadruplican aquellas del Atlas mundial de la desertificación, elaborado por el Programa deNaciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Los datos que se presentan en la Figura a son algunos de los más conservadores.

El 20% de las zonas susceptibles a la desertificación en el mundo ya han sido degradadas, lo que equivale aproximadamente a la superficie de China. Alrededor del 70% de las tierras de cultivo en zonas secas se ha desertificado, dejando sin alimentación a millones de personas. Anualmente, 12 millones de hectáreas de campos agrícolas se pierden, dejando de producir millones de toneladas de granos que podrían aliviar de hambre a muchos países. Las hambrunas recurrentes en África son resultado de la degradación de los suelos agrícolas y de los periodos de sequía. Se estima que al menos unas 500 mil personas se han convertido en refugiados ecológicos y unos mil millones más están amenazadas en mayor o menor grado por la desertificación.

En el mundo, mil 35 millones de hectáreas sufren de la desertificación provocada por el hombre. De éstas, dos terceras partes se encuentran en África y Asia. Aunque las estimaciones para los países americanos son considerablemente menores, la diferencia se encuentra en que las zonas áridas no son tanextensas en el nuevo mundo. De acuerdo con la UNCCD, cuando se evalúa el deterioro en forma proporcional a la extensión de las zonas susceptibles, las zonas desertificadas en todos los continentes ocupan entre el 71 y 75% de las zonas secas.

Las causas más importantes de desertificación son la erosión hídrica (45% de los casos) y la eólica (42%). La primera se presenta en las zonas semiáridas y subhúmedas secas, mientras que la segunda es característica de las regiones áridas. La erosión química, predominantemente por salinización, es responsable de otro 10%.

Este 17 de junio es el Día Mundial contra la Desertificación, fecha que tiene como objetivo sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de cooperar en el plano internacional para luchar contra los efectos de la sequía.

El lema de este año es “No dejes que nuestro futuro se seque”, pide adoptar medidas para preparar y anticipar la escasez de agua, la desertificación y la sequía.

La idea es que todos somos responsables de la conservación y del uso sostenible del agua y de la tierra. Existen soluciones a los graves problemas de escasez de recursos naturales y la degradación de las tierras no tiene por qué poner en peligro nuestro futuro. Conoce en 10 datos cómo nos afecta la sequía en el mundo.

1.- ¿Qué es la desertificación? La cuarta parte de nuestro planeta está formada por tierras áridas y un sexto de la población mundial vive en ellas. Muchas zonas secas se ven amenazadas por la desertificación, un fenómeno que se define como el deterioro de los terrenos de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, provocado por diversos factores, entre los que figuran las variaciones climáticas y la explotación abusiva de los recursos naturales por parte del ser humano.

2.- Aproximadamente 40% del territorio nacional en México sufre algún grado de sequía, siendo los estados más afectados Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, Tamaulipas, San Luis Potosí, la zona serrana de Querétaro, Aguascalientes, Sinaloa y Sonora.

3.- Según las estimaciones, 24 mil millones de toneladas de suelo fértil desaparecen cada año y durante los últimos 20 años se ha perdido una superficie equivalente a la superficie agrícola de los Estados Unidos. Aproximadamente, un tercio de las tierras del planeta se encuentra amenazado por la desertificación.

4.- Casi la mitad de la superficie terrestre está formada por zonas áridas (47% según el Atlas Mundial de la Desertificación, PNUMA 1997), lo cual equivale a unos 6, 450 millones de hectáreas, que están distribuidas entre todas las grandes regiones del planeta.

5.- La desertificación es el resultado acumulado de un contexto climático difícil y de la utilización inapropiada de la tierra. Cuatro actividades humanas constituyen las causas más directas: el cultivo excesivo que desgasta los suelos, el sobrepastoreo y la deforestación que destruyen la cubierta vegetal que protege el suelo de la erosión, y los drenajes inapropiados de los sistemas de irrigación que provocan la salinización de los suelos.

6.- Las dos terceras partes de África se componen de desiertos o tierras áridas. Este continente padece con frecuencia graves sequías. La supervivencia de un elevado número de países africanos está estrechamente vinculada a sus recursos naturales. La desertificación de África guarda una estrecha relación con los males que padece: pobreza, migraciones y problemas de seguridad alimentaria.

7.- Aunque la región de América Latina y el Caribe es reputada por sus bosques tropicales, cabe recordar que el 25% de su superficie la componen desiertos y zonas áridas. Estas tierras secas se están deteriorando a causa de la explotación abusiva de sus recursos naturales.

8.- La desertificación afecta a 30% de la superficie territorial de los Estados Unidos de América.

9.- Anualmente, a nivel mundial se pierden entre 20.000 y 50, 000 kilómetros cuadrados de tierras, especialmente debido a la erosión del suelo. Se ha previsto que para 2025 se perderán las dos terceras partes de las tierras cultivables en África.

10.- Actualmente la degradación del suelo está provocando la pérdida de un promedio de más del 3% anual del producto interno bruto derivado de la agricultura en el África al sur del Sáhara. Más de la mitad de las tierras de cultivo de África quedarán fuera de uso para el año 2050, y la región sólo alcanzaría a alimentar al 25% de su población en 2025.

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